Los señores del acero, de Paul
Verhoeven; El Cid, de Anthony Mann; El crimen de Cuenca, de Pilar Miró, y
hasta media docena de películas han tenido como escenario la robusta
silueta del castillo de Belmonte (Bell Monte). Lugar vinculado al
marquesado de Villena, fue levantado en el siglo XV sobre los restos de
una fortaleza anterior. El sobrio recinto interior, un hexágono
irregular con torreones cilíndricos en los vértices y un patio de armas
triangular (sólo existe otro similar en Escocia), oculta la riqueza de
las dependencias palaciegas, con elementos decorativos góticos y
artesonados polícromos de estilo mudéjar.
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